Principios éticos Profesional es en La Ingeniería Informática.

Existen varios documentos donde se exponen diferentes estructuras del código ético o Código deontológico de la Ingeniería Informática; pero en resumen los más generales son:

• Responsabilidad en: El cumplimiento de la labor, en el manejo de los datos y herramientas informáticas, en los procesos referentes a las actividades desarrolladas, y en todos los aspectos que hacen parte de la profesión en cuestión.
• Honestidad: El cumplimiento de la labor profesional de forma honesta, la dignificación del profesional y de la profesión, la generación de relaciones sociales sinceras basadas en la confianza mutua.
• Confidencialidad: respeto por la información, manejo adecuado de los elementos informáticos que son confiados en razón a la prestación de un servicio”
• Buen Juicio: Ser sensato, justo e imparcial en la toma de decisiones donde dicho criterio sea tomado en base a fundamentos científicos, experiencias propias y argumentos comprobables.
• Gestión ética: Toda la labor en aras de cumplir con un rol social que requiere de servicios morales y éticos.
• Sentido Altruista: capacidad del ingeniero informático de civismo, humanidad y sacrificio.
• Conciencia de Capacidades: Ser consciente de las habilidades, capacidades y aptitudes en la materia; y utilizar estas de forma adecuada y responsable evitando causar posibles daños a terceros.
• Respeto. Por los derechos informáticos, por los derechos de autor, pro los colegas, clientes, sociedad en general, por los medios, y todo lo que la profesión estipule.
• Renovación en competencias: Mantener un nivel de competencia adecuado al medio y al tiempo con el fin de otorgar un servicio eficiente y actualizado.
• Leyes y garantías: Todos los procesos que hacen parte de desarrollo de la labor deben estar garantizados, acompañados y respaldados por las normas, reglamentos, estatutos y disposiciones conformes a lo establecido en la ley.
• Justicia salarial: regular el ingreso salarial en concordancia a la labor desempeñada. Ser merecedor de un determinado ingreso derivados de la labor profesional y proporcionales a la utilidad social real de la misma.